Triste confirmación

Durante estos dos meses que llevo como periodista de La Tribuna en Cuenca, algunos de mis compaññeros me habían avisado de que el gobierno local de la ciudad no era precisamente un ejemplo de transparencia. No sé si denominarme como escéptica o como ingenua,pero me resistía a creerlo. Sin embargo, ayer abrí definitivamente los ojos con gran tristeza como ciudadana y como periodista. Ayer por la tarde me fui con mi compañera fotógrafa a dar una vuelta por la feria para hacer un reportaje sobre niños y el día del niño. Todo transcurría con normalidad hasta que, cuando estabamos a punto de irnos, mi compañera reconoció al concejal de festejos de Cuenca hablando con el principal medio de la competencia. El poco instinto periodístico que tengo me incitó a acercarme y comprobar de que iba a aquello y descubrí que el señor concejal había concertado una cita con ese medio, con motivo de la visita de las hijas de Rafael Moneo, conocido arquitecto que se encarga de un futuro recinto ferial en Cuenca. ¿Qué significa esto? pensé, ¿es que acaso el Ayuntamiento tiene algún tipo de interés en ofrecerle una exclusiva a este medio en particular?. Lo siento de veras si algún compañero fue represaliado porque la Tribuna rompió la exclusiva, pero no lo siento por el Ayuntamiento que, con estas acciones, da la razón a quien afirma que su gobierno realiza actos que rozan la prevaricación.