Monday, October 09, 2006

Regreso


Hola de nuevo. Después de una semana en la que ha cambiado mi situación laboral (vuelvo a ser una periodista en paro), me he planteado seriamente como continuar con este pequeño diario de reflexiones sobre la profesión de periodista. De momento no puedo seguir hablando de mis experiencias como periodista pero creo que puedo seguir respondiendo al título de este blog reflexionando sobre el periodismo y su papel en esta sociedad. Durante los últimos días me han llamado la atención dos noticias: una, la huelga de periodistas que se ha llevado a cabo en Italia en protesta por la falta de libertad en los medios de comunicación y dos, la muerte de la periodista rusa Anna Politkovskaya, que se había caracterizado por las duras críticas al gobierno de Putin y a la situación en la guerra con Chechenia. Me alegro y me entristezco por ambas noticias porque, por un lado, siento orgullo de que por fin los periodistas despierten de ese letargo de servidumbre en el que estamos instalados, y por fin reclamemos nuestro derecho a ejercer la profesión de forma digna e independiente; y me entristece pensar que hay países supuestamente democráticos donde puedes perder la vida por hacer algo así. Y después de eso vuelvo la vista a España, observo y me pregunto, ¿de qué nos quejamos?. Es cierto que la situación del periodismo en España no es muy esperanzadora pero, a fin de cuentas, en este país hay libertad de expresión y, al margen de intereses empresariales que naturalmente existen, creo que los medios de este país pueden publicar todo tipo de noticias sin miedo a arriesgar su vida. Si no, que les pregunten a los periodistas de El Mundo que llevan todo el verano "investigando" el 11M. No sólo su ética personal y profesional les permite publicar noticias sin una clara base de veracidad, sino que además se permiten el lujo de dar voz a los delincuentes para que expresen sus "opiniones" sobre qué o quién provocó que muriesen 192 personas en un atentado brutal. Ellos se permiten el lujo de insinuar que los responsables de la seguridad de todo un país conspiraron con el que entonces era el segundo partido político más importante del mismo, para que la banda terrorista que llevaba más de 30 años matando y amenazando ciudadanos llevara a cabo un asesinato masivo de forma impune. Nadie juzga su derecho a dar y recibir información, nadie les acusa de ningún delito de ofensas o calumnias y pueden seguir ejerciendo su profesión libre y tranquilamente. ¿De qué nos quejamos?

1 comment:

eVa said...

Aunque sea con un poquito de retraso, quería darte las gracias por seguir en la 'blogosfera'. Creo que tus reflexiones son muy interesantes. ¡Me encanta que me hagan pensar! A mí también me impresionó mucho la muerte de la periodista rusa (no escribo su nombre, porque temo equivocarme). En Informe Semanal emitieron un reportaje en el que un periodista de la competencia valoraba su gran esfuerzo por demostrar aquello que afirmaba, por encontrar testigos y documentos fiables... La vida es incómoda para quienes buscan la verdad. Por todo eso y mucho más, ¡¡bienvenida!!