Friday, February 23, 2007

Y de repente, volvió¡

Pues si, estoy viva. Por increible que parezca, no me ha tragado la tierra. No sé si pedir disculpas a alguien porque a estas alturas no sé quién puede seguir leyendo esta pequeña tribuna pero aquí estoy de nuevo. Mis ánimos bastante más bajos que la última vez que nos vimos y, con ellos, mi fé en el periodismo, que de vez en cuando se desvanece. En los últimos meses he asistido a ciertos acontecimientos que han provocado en mi esta actitud pero, como todo periodista se debe a la actualidad, he decidido referirme a los más recientes. Esta semana ha surgido la polémica periodística en nuestro país de la mano de dos personajes muy peculiares: Jesus Quintero y Jose María García. Resumo para los pocos que no lo sepan: el primero decidió entrevistar al segundo para su programa semanal en la televisión pública y, en dicha entrevista, el señor García vierte una serie de opiniones sobre diferentes personalidades públicas de nuestro país, desde políticos a periodistas, pasando por importantes empresarios, que no parecen muy favorables, por lo que la dirección de la cadena decide no emitirla, con el consecuente enfado y protesta del protagonista en cuestión. Me temo que no voy a entrar en el debate sobre la decisión de la cadena. Respeto la libertad de expresión, pero recuerdo a todo el mundo que uno de sus límites se encuentra en la posibilidad de llegar a loas descalificaciones, injurias o calumnias. El caso es que consigo ver parte de esa entrevista en otros medios y escucho con sorpresa declaraciones del señor García sobre el periodismo plural y con rigor y sobre el hecho de que debería existir cierta especialización entre los comentaristas televisivos y radiofónicos, que se permiten el lujo de hablar casi sobre cualquier tema de la actualidad, independientemente de si están o no formados e informados sobre el tema. Totalmente de acuerdo pero, si la memoria no me falla, fue él quien creó esa escuela periodística en la que, en un programa deportivo, se podía hablar abiertamente de política criticando a unos y alabando a otros. También me llama la atención que acuse de vendidos a otros periodistas cuando él mismo aceptó un cargo muy bien remunerado en una importante empresa de nuestro país, desde el cual se aprovechó incluso de información privilegiada. Por supuesto, es mejor que no mencionemos sus reuniones con diferentes miembros del anterior gobierno, al que ahora desprecia, para elaborar una ley que declarase que el futbol en este país era de 'interés general', lo que supondría importantes ingresos a la empresa para la que trabajaba, al adquirir los derechos de emisión. Todo periodista sigue su propio código ético y deontológico que, con el paso del tiempo y el ejercicio de la profesión, va cambiando. Eso es muy aceptable y respetable pero no deja de sorprenderme el hecho de que alguien se presente como víctima de una guerra que él mismo nició.

1 comment:

eVa said...

¡Welcome!
Me alegra mucho saber de ti, de verdad. Ahora no tengo mucho tiempo, pero te leo con calma y te comento algo. Por cierto, justo hoy he publicado algo que quizá guarde relación con lo que comentas del caso Quintero-García. Al final del post. Besicos,
eVa